¿Cuántas veces nos tomamos el tiempo para reflexionar acerca de nuestra profesión u oficio? Para hacer un repaso por el camino hecho hasta acá. Pero sobre todo, para volver en el tiempo y recordar cómo fueron los inicios, preguntarnos qué nos trajo hasta acá y que logramos alcanzar.
Este pensamiento se me vino a la mente después de leer la hermosa nota que el Área de Comunicación Institucional de la Facultad de Ciencias de la Educación (UNER) me realizó para su ciclo En Primera Persona.
Fue movilizante, conmovedor y muy inspirador recordar mis comienzos en esta profesión que tanto amo. Aunque nunca los olvido, y van siempre conmigo adonde quiera que vaya, viene bien poner pausa y compartir cómo fueron los primeros pasos, esas raíces que hoy sostienen las ramas laborales y profesionales.
A continuación la nota publicada por la FCEDU - UNER
Es licenciada en Comunicación Social por la FCEDU-UNER y se encuentra cursando el Doctorado en Comunicación de la Universidad Nacional de La Plata. Incursionó en periodismo, comunicación institucional, marketing y docencia. Su experiencia, en primera persona.
Marlene Vallejos nació en Chajarí y en el año 2010 se mudó a Paraná para estudiar Comunicación Social en la FCEDU. Hoy, a sus 32 años, ya cuenta con un amplio recorrido laboral que abarca periodismo escrito, televisivo y radial; comunicación institucional; comunicación digital y marketing; y docencia en los niveles terciario y superior.
Desde los 12 años sabía que quería dedicarse “a la comunicación”, recuerda. A esa edad comenzó a publicar sus primeros artículos en la Revista Expresión que en aquel momento editaba el comunicador chajariense Carlos Vera, y también empezó a desempeñarse como columnista de radio junto al locutor local Néstor Vepo. “Fue un viaje de ida, tenía muy en claro el norte y aunque consideré otras carreras como psicología, letras y derecho, mi decisión fue la Licenciatura en Comunicación Social. Tuve la fortuna de que mi familia me acompañó desde el primer minuto de manera incondicional a pesar de los miedos por vivir en otra ciudad e inclinarme por una disciplina cuyas incumbencias quizás no eran tan claras como en otras más tradicionales”, confía Marlene.
En Paraná, la UNER la recibió con los brazos abiertos. “El recorrido académico fue maravilloso, me hice de amigas y amigos que se volvieron incondicionales y que hoy considero el mayor tesoro que la Universidad Pública me dejó”, asegura y valora también a sus docentes durante su paso por la Facultad de Ciencias de la Educación. “Recuerdo también con mucho cariño a profesores y profesoras que fui teniendo en cada espacio curricular: todos han dejado una huella especial. Sería muy injusta si tuviera que nombrar a alguno, porque de la mayoría guardo hoy al menos una enseñanza que me acompaña siempre”, reconoce.
Marlene siente orgullo de su formación y no lo disimula. “Destaco con mucha firmeza el nivel humano y académico de la Facultad, porque al transitar espacios de formación de posgrado en otras universidades me ha pasado que en las bibliografías me encontraba con textos de profesores que yo había tenido en la FCEDU. Del mismo modo, compartí estos espacios con colegas de otras casas de estudio de Argentina pero también de otros países y me sentí siempre a la par en términos de conocimientos y formación. La carrera tiene una base sólida de teoría que, al menos a mí, me permitió desenvolverme sin problemas en diversos ámbitos incluso asumiendo desafíos con herramientas que desconocía”, remarca.
Su recorrido laboral
Como a la mayoría, a Marlene le tocó tener que trabajar antes de recibirse, cuando se encontraba en el tramo final de la carrera. “Hice la tesis ya trabajando, por lo que fue un doble desafío organizar tiempos y rutinas, pero tuve el acompañamiento de mi director, Emanuel Pagés, a quien considero un guía en la profesión. Él no sólo supo apuntalar de manera muy profesional el proceso de producción de la tesis sino que además me impulsó en el desarrollo laboral con mucha generosidad. Y que un profesor confíe en vos y te anime a crecer, es muy importante”, valora.
En cuanto a su amplio recorrido laboral, Marlene pudo desenvolverse en diferentes espacios, aunque siempre ligados a la comunicación, lo que le permite hoy “tener una visión más acabada de la profesión en términos prácticos”, afirma. “Trabajé en redacciones, en comunicación digital para marcas, como responsable del área de marketing y comunicación en empresas, como educadora y tallerista en espacios públicos, en agencias de comunicación y publicidad atendiendo diversos proyectos. Además, durante 11 años trabajé en comunicación institucional en un organismo público de la provincia -entonces llamado Subsecretaría de Tecnología para la Gestión y las Comunicaciones-“, cuenta.
Además, como si todo eso fuera poco, “en el último tiempo me incliné por el periodismo judicial a partir de una beca que recibí en mayo de 2023 por parte de FOPEA y ACIJ, lo que me llevó también a ser becaria de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia, el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP) y la Universidad Diego Portales en una instancia de formación en Santiago de Chile junto a otros 11 colegas de todo el continente”, relata. Actualmente, forma parte de la Red Federal de Periodismo Judicial junto a periodistas de todo el país.
La docencia y el periodismo también ocupan lugares más que importantes para Marlene en el desarrollo de su profesión. “Fui docente en cursos de posgrado y hoy en día me desempeño en cátedras del nivel terciario y superior. En este punto, quiero destacar a Claudio Cañete -docente, comunicador y escritor de Paraná-, con quien trabajo en diversos proyectos vinculados a la educación y también a la puesta en valor de la memoria local a través de la producción de materiales comunicacionales y de la participación en espacios de difusión”, subraya.
El periodismo, su gran pasión
Pero al lugar más privilegiado dentro de su recorrido laboral, se lo lleva el periodismo. “El periodismo es mi gran pasión. Me llevó a trabajar en radio y televisión, donde participé de diversos proyectos en medios de Entre Ríos y Santa Fe”, señala Marlene.
Uno de los más destacados y recientes fue el programa televisivo Festival’es Litoral, que conducían con su colega Lucía Romani, con el que recorrían y mostraban las diferentes fiestas populares de la región, la idiosincrasia de cada rincón provinciano. “Este camino de experiencias tan ricas me permitió, con el tiempo, ir forjando un perfil profesional propio que se resume hoy en una máxima que engloba todas mis actividades: comunicación litoraleña”, asegura Marlene.
Bajo esta premisa, actualmente también se desempeña como corresponsal para Radio Sol de Santa Fe, publica columnas en diferentes medios de la región y brinda capacitaciones a gobiernos locales e instituciones públicas y privadas que requieran sus servicios para profesionalizar su comunicación. “Estoy convencida de que desde el lugar que nos toque habitar, podemos diseñar una comunicación propia, genuina y fiel a lo que se quiere expresar, haciendo uso de las herramientas que estén a nuestro alcance”, dice al respecto.
Con un buen tramo del camino recorrido y mucho más por conquistar, la certeza de Marlene está puesta en su vocación. “Nunca me imaginé haciendo otra cosa que no fuera comunicar, desde mi temprana adolescencia trabajo para lograrlo. Cada oportunidad que se me fue presentando la aproveché al máximo, siempre honrada y agradecida con quienes me abrieron alguna puerta y fundamentalmente con la Facultad y la Universidad que me formaron profesional y humanamente”.
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