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  • Foto del escritorMarlene Vallejos Comunicación

Gauchito Gil: una fe que se renueva

Como todos los 8 de enero la ciudad de Mercedes, en nuestra vecina provincia de Corrientes, se vuelve a preparar para recibir a los miles de devotos que se dan cita en la localidad considerada ‘la puerta de entrada’ a los Esteros del Iberá, para rendir homenaje a su santo más fiel: Antonio Mamerto Gil Núñez más conocido como “Gauchito Gil”.

 

El santuario se ubica al borde de la ruta provincial 123 a ocho kilómetros de la ciudad correntina de Mercedes y a otros 230 de la capital provincial. Hacia allí llegan todos los días cientos de visitantes y fieles que buscan rendir homenaje, agradecer favores recibidos y renovar otros pedidos al más humilde de los santos populares argentinos. El rito no distingue clases sociales, tampoco lugares de procedencia, todos se acercan por igual.

 

El Gauchito Gil ha sido considerado el santo popular más importante de los últimos 20 años, sustituyendo otras devociones tradicionales como por ejemplo la Difunta Correa, la Virgen del Valle y la Virgen de Luján. La extensión del transporte de camiones es uno de los puntos que explica este auge, ya que los camioneros que pasan por la ciudad correntina de Mercedes se hicieron devotos de este Santo popular y llevaron la devoción hasta Ushuaia, San Luis y Córdoba. Al ser una devoción autorreproducida, permite extender su expansión y la devoción llega así a lugares impensados como nuestra Patagonia y Chile donde es común ver pequeños santuarios del Gauchito levantados a la vera de las rutas más transitadas de esos territorios.

 

La masividad del rito del Gauchito Gil es otro de los puntos centrales; pues en él se reflejan no sólo los rasgos gauchescos, propios del Litoral argentino, sino también toda la tradición indígena fuertemente arraigada en la provincia de Corrientes.

 

El color rojo tan característico del ritual, símbolo de “la sangre derramada” por Antonio Mamerto Gil Núñez durante su condena. Este pasaje de la leyenda guarda tras de sí toda la significación del criollo “noble y valiente” que saqueaba a los ricos para repartir entre los pobres; lo que hace despertar el fervor de los sectores más populares.



Santuario Gauchito Gil. Año 2015. Foto: Marlene Vallejos

 

La leyenda

 

Antonio Mamerto Gil fue un gaucho perseguido por las autoridades que lo señalaban como desertor a causa de su negativa para seguir formando parte de Ejército de Bartolomé Mitre a la vuelta de la Guerra contra el Paraguay. Mamerto Gil era también acusado de ladrón, lo cual es rechazada por sus fieles, quienes aseguran que “el Gauchito” le quitaba a los que tenían de más para darle un poco a los que no tenían nada.

 

Como consecuencia de estas acusaciones, un soldado lo capturó y le quitó la vida degollándolo mientras lo tenían colgando de un árbol. Antonio Gil le aseguró a su verdugo que si antes de volver a su casa rezaba por él, su hijo enfermo terminal se curaría, cosa que finalmente sucedió y así nació el mito que se extiende hasta hoy, 137 años después de aquel 8 de enero de 1878, fecha del trágico suceso.

 

Visita al Santuario

 

Aquel último día del año se presentaba caluroso y con un sol agobiante sobre el cielo correntino. Eran las primeras horas del día pero al poner un pie sobre el santuario ubicado a la vera de la ruta provincial 123 ya se podía observar la avalancha de vendedores de velas, cintitas, colgantes y rosarios que se acercan a todo vehículo que detiene su marcha en el lugar. El santuario se compone de un conjunto de cuales se puede conseguir desde termos, mates, imágenes del gauchito, hasta cds de música, vestimenta y comida.

 

En el centro de todo ello se ubica el santuario compuesto por la cruz principal, una estatua del gauchito sobre la cual todos los que llegan apoyan su mano recitando oraciones e invocando pedidos y agradecimientos. A un costado se puede observar el árbol donde encontró la muerte este santo popular y héroe pagano.

 

El chamamé, y a veces la cumbia, retumba entre los pasillos angostos que recorren el interior del santuario. Todo en el lugar es movimiento y bullicio y así es siempre, mucho más en estas fechas cercanas al 8 de enero cuando en el lugar se darán cita miles y miles de visitantes de todo el país e incluso de países vecinos.

 

El evento religioso que congrega a más cantidad de fieles en toda América del Sur requiere de un operativo especial de seguridad el cual es organizado y realizado por el municipio mercedeño en conjunto con Gendarmería Nacional y la Policía Provincial para poder así brindar seguridad y protección vial en todos los accesos al lugar.

 

Basta solo un par de horas observando el lugar para ser testigo de un sinfín de manifestaciones de fe y fidelidad hacia este santo popular: visitantes que dejan en el santuario elementos personales valiosos como forma de agradecimiento, se puede ver así vestidos de novias, de 15 años, guitarras, cuchillos, fotos, bicicletas y hasta el equipo de arquero de Sergio Goycochea, todo reunido dentro de un gran galpón especialmente destinado para este fin. En las banquinas se observan caravanas de gauchos a caballos portando la bandera del Gauchito y enfilando hacia Mercedes para participar de la fiesta del ocho. Algunos músicos le regalan sus melodías al Gauchito entonando canciones en la guitarra o el acordeón.

 

Y así todo se va vistiendo de rojo y va tomando forma, un nuevo 8 de enero, un nuevo año donde somos miles los fieles que renovamos nuestra fe hacia el Gauchito Gil y una ciudad que espera su día más importante.


NOTA PUBLICADA EN 2015

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